Niños inquietos, ¿cómo gestionar su energía?

Niños inquietos, ¿cómo gestionar su energía?

Sabemos que los niños suelen tener una energía mucho más intensa que los adultos, sus ganas de correr, saltar y jugar a veces parecen infinitas, tantas que incluso cuando nosotros estamos agotados, ellos siguen totalmente activos y con ganas de juego. Pero en algunos casos, nuestros pequeños tienen más energía de lo normal y hay momentos en los que debemos gestionar su energía para la actividad a realizar, como estudiar, comer o comportarse en público. 

Aquí te traemos algunas recomendaciones que puedes utilizar si tu pequeño está demasiado inquieto y lo quieres ayudar a canalizar su energía.

¿Cómo podemos gestionar su energía?

  • Primero, no nos debemos sentir culpables en los días que perdemos la paciencia. Es normal si nos sentimos frustrados por un momento porque creemos que ellos no nos escuchan o nos quieren hacer caso.

  • Buscar una actividad que les guste y que les haga canalizar su energía. El deporte es fundamental para esas personas que están mental y físicamente muy activas así que también es perfecto para niños.

  • Juego de descarga y expresión emocional, consiste en utilizar almohadas, peluches y bolsas de arena para descargar emociones. La ira, el enojo, las frustraciones y los comportamientos agresivos. Esto ayudará a afrontar su estado de ánimo, exteriorizarlo y ser consciente de esa fuerza interior.

  • Proponerles juegos donde deban trabajar el estar quietos, juegos que les hagan pensar, tipo preguntas, de imaginación o leer,  que no piensen en nada más que en lo que están haciendo (como juegos de psicomotricidad, de construcciones).

  • Retener su atención o cambiar el foco. Ejemplo: No quiere desvestirse para bañarse.¿Qué hacer? Distraer su atención con algo que haya en el baño o preguntando por algo que no espere (¿has visto este juguete?, ¿qué crees que hay para cenar hoy?) No funciona siempre pero sí a menudo.

  • Recordarles que hay momentos en los que debemos estar quietos. Creemos que no escuchan, pero al final el mensaje se va grabando. No malgastes la energía diciendo que estén parados a cada rato, sino es realmente necesario. Hay que hacerlo cuando de verdad sea importante, por ejemplo: en la comida.
     
  • Pedirle su apoyo para tareas cotidianas. Podemos usar sus ánimos para mantenerlos ocupados y que además se sientan útiles en las labores de la casa tales como: secar los trastes, arreglar el clóset, doblar ropa, regar las plantas y cualquier tarea en la que puedan mantenerse en movimiento, pero ocupados en algo.

Que un niño sea especialmente inquieto no quiere decir que sea hiperactivo (TDAH). Hay casos en que la dificultad para concentrarse, recordar detalles, los cambios de humor, entre otros comportamientos, pueden ser comunes por la inmadurez natural de los niños. Todo depende de qué tan difícil se le hace al niño cumplir las tareas comunes.